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Resumen del Libro “Que hago si mi media naranja es toronja” Dr. Jesús
Amaya y Dra. Evelyn Prado.
Los enigmas del hombre y la mujer.
Es un hecho que
las parejas unidas actualmente vivirán más años con su compañero que antes y
necesitarán, además de un amor incondicional, un conocimiento profundo de sus
diferencias, para que la tolerancia no sea vista como un acto de sacrificio y
abnegación, sino de aceptación y privilegio.
Un amor fincado
solamente en la pasión pronto se apaga, a medida que el polvo de las decepciones
va mermando la relación y la intimidad de la pareja. En el curso de la
convivencia con una persona, construimos toda una serie de fantasías y
expectativas sobre la relación, muchas de ellas fundamentadas desde mi punto de
vista: desde mi propio género. Y por
ende terminamos por darnos cuenta de que nuestro príncipe azul no es tan azul y
ni siquiera príncipe, sino un hombre carne y hueso. Algunas mujeres todavía
tienen la ilusión de que con un simple beso transformarán a su feo sapo en un
príncipe encantador.
En una pareja,
la mujer es la única de las dos personas que al casarse se libera del mando de
sus padres y traza su propia vida de acuerdo con sus pensamientos e
intenciones. El hombre es el único de las dos personas que al casarse pierde la
libertad que sus padres le dieron y vive bajo el mando de su mujer, y traza su
vida de acuerdo con los pensamientos e intenciones de ella.
Desde nuestro
punto de vista, la analogía buscar y encontrar nuestra media naranja es un
error, ya que el otro sexo tiene más diferencias que similitudes y hasta puede
tratarse de una persona totalmente incompatible. Se dice que los polos opuestos
se atraen. Estamos más de acuerdo con esta premisa, ya que aquí podemos
encontrar nuestra complementariedad.
Necesitamos cambiar
la idea de buscar y encontrar a nuestra media naranja para comprender y tolerar
a nuestra media toronja.
Seamos
conscientes de que nunca podremos cambiar y transformar a una toronja en
naranja, pero podemos comerla si estamos dispuestos a endulzarla.
La vida en
pareja requiere no sólo reconocer las diferencias del otro para aceptarlas,
sino también morir nosotros un poco cada día para crecer en el otro.
Importancia de entender a nuestra media toronja
biológicamente.
Desafortunadamente,
la tendencia para lograr una equidad entre los géneros se ha desviado, debido a
un esfuerzo irracional por parecernos al otro sexo, conductual y físicamente ,
con el consiguiente rechazo de las diferencias propias que nos da nuestro
propio sexo.
La tendencia de
igualdad de sexos ha provocado una mayor aceptación y compañerismo con el otro
género, pero hemos perdido el respeto y la gentileza. Una relación de pareja
exitosa puede predecirse cuando ambas partes se reconocen y aprecian sus
diferencias, no sólo físicas sino también intelectuales, cognitivas, sociales,
emocionales y por supuesto, cerebrales.
Diferencia entre los cerebros de hombres y mujeres, en
estructura y función.
El cerebro en la
edad adulta, pesa un poco menos de un kilogramo y medio, pero el cerebro del
hombre pesa casi 15% más que el de la mujer, es decir, que es un poco más
grande. Al nacer, el cerebro pesa alrededor de medio kilogramo, con 100
billones de neuronas (células nerviosas). Un niño tiene u promedio de cuatro
billones más de neuronas que una niña.
El cerebro está
dividido en dos hemisferios. El hemisferio izquierdo es un poco más grande en
las mujeres que en los hombres, proporcionalmente; en cambio, en los hombres el
hemisferio derecho es un poco más grande. Algunas de las funciones más importantes
que desempeña el lado izquierdo de nuestro cerebro son el habla, el lenguaje,
la lectura y la escritura, en cambio, el lado derecho tiene a su cargo
funciones como la percepción y el desarrollo espacial, la capacidad musical, la
creatividad y la imaginación.
La mujer tiene,
un mayor número de conexiones dendríticas-esto es, más conexiones entre las
neuronas- y por tanto tiene más materia o sustancia gris. En el hombre, los
axones de las neuronas son más largos y por tanto tiene más materia o sustancia
blanca. Estos hechos pueden explicar por qué la mujer tiene mejores habilidades
verbales y el hombre tiene mejor desempeño en tareas especiales (Gur, 1999).
El hombre
focaliza la actividad cerebral en uno u otro hemisferio en forma separada. En
cambio la mujer utiliza los dos hemisferios simultáneamente el procesar el
lenguaje. Esto se debe a que el cuerpo calloso de las mujeres es 20% más grande
que el de los hombres. Este cuerpo calloso facilita la comunicación entre ambos
hemisferios y en la mujer resulta en un mejor desarrollo del lenguaje y un
pensamiento más holístico (integral).
Además de los
hemisferios, el cerebro está dividido en cuatro lóbulos: frontal, parietal,
temporal y occipital. El lóbulo frontal es la parte del cerebro que se encarga
de la voluntad, de la toma de decisiones, del control de la impulsividad y la
agresividad, la responsabilidad. Este lóbulo es el cerebro de la civilización.
El lóbulo frontal madura más rápidamente en la mujer que en el hombre, casi
cuatro años más rápido.
Los lóbulos
parietales, ubicados en la parte superior de la cabeza, tienen la función de
regular la emoción y la percepción táctil. Los lóbulos temporales, ubicados en
la parte superior de nuestras orejas, tienen la misión de interpretar y
traducir voces y expresiones verbales en códigos verbales para su comprensión.
Y por último, el lóbulo occipital, en la parte posterior de la cabeza (por la
nuca), tiene la tarea de la percepción visual.
Otra área
importante del cerebro es el sistema límbico, el cerebro emocional, tiene la
misión de controlar la vida afectiva de las personas y almacenar información en
la memoria. Contiene componentes que regulan nuestro estado emocional como la
ansiedad, el estrés y el miedo. Algunas zonas en esta área son la amígdala, el
hipocampo y el hipotálamo. Gracias a la amígdala, las mujeres de 17 años son
capaces de explicar con detalle y sin dificultad sus emociones. Esto solo
ocurre en las mujeres, ya que su cerebro es “más afectivo” que el de los
hombres. En cambio los varones estarán estancados en sus expresiones afectivas.
El hombre tiene mayor dificultad, no sólo en reconocer sino expresar, en forma
abierta, sus emociones.
Estilo de aprendizaje entre hombres y mujeres y su
cerebro.
Las formas de
aprender entre los géneros difieren. Las niñas responden mejor a situaciones de
aprendizaje no competitivas y de cooperación; en cambio, los niños son
motivados más efectivamente por ambientes competitivos. A las niñas les gusta
tener metas claras y pedir ayuda; los niños casi no utilizan estas estrategias.
Las niñas usan más sus dedos para contar, los niños utilizan la cabeza. Las
niñas prefieren leer novelas o historias cortas, los niños historias de ciencia
ficción. Recordemos que el amor crece a partir no sólo del descubrimiento de
las similitudes, sino además, del entendimiento y tolerancia de las
diferencias.
¿Por qué mi hombre habla sólo monosílabos?/¿Por qué mi
mujer no deja de hablar un momento?
La niña es la
primera en hablar, incluso puede aprender un segundo idioma más rápido que el
niño. El cerebro femenino está dispuesto al desarrollo verbal, más rápido que
el masculino. El desarrollo temprano de la hormona testosterona disminuye el
crecimiento del hemisferio izquierdo y acelera el del derecho.
En el cerebro se
localizan dos áreas, la Broca y la de Wernicke. La broca tiene la función
motora del lenguaje (el habla). La
Wernicke desarrolla el aspecto semántico del lenguaje (comprensión del
lenguaje verbal y escrito). Estas 2 áreas están mejor desarrolladas en la
mujer. Las mujeres hablan mejor por que escuchan mejor. El lóbulo temporal que
regula la percepción auditiva, se desarrolla más rápido en las mujeres. El
hombre en promedio habla 3000 palabras al día, la mujer poco más de 8000. Por
ello debemos entender que cuando el marido llega a casa ya se gasto sus 3000
palabras y su conversación se expresa en monosílabos, mientras que si las
mujeres se quedaron en casa sus 8000 palabras deben estar casi intactas. El
cerebro femenino responde de forma más significativa a las palabras y el masculino
a las acciones.
Lo que los
hombres deben entender que estas acciones no es desconfianza o celos; para la
mujer es una forma de iniciar una conversación. El cerebro femenino se alimenta
de afectividad, palabras y conversaciones. Se recomienda que la mujer salga con
amigas por lo menos 2 veces a la semana. Si buscan esta clase de interacción
verbal con un hombre será imposible, la mujer comunica sentimientos y emociones
y el hombre comunica pensamientos. La conversación de la mujer no solo lleva afecto
sino asociación. La mujer va enriqueciendo con otras ideas relacionadas los
conceptos expresados.
La mujer
necesita comunicar sus sentimientos a las personas que ama y espera la misma
respuesta. Sin embargo el hombre, no es el mejor comunicador y la mujer no
interpreta como descortesía, egoísmo e indiferencia hacia su amor, lo que puede
provocar hasta una separación.
La comunicación
sí existe entre el hombre y la mujer, pero con distinto código. En el hombre
solo existe el objetivo de hablar. Al hablar es parco, concreto, sintético e
imperioso. Se comunica solo cuando hay necesidad. La mejor forma de entrar en
comunicación con él es a través de una actividad. La verbalización del hombre
no es continua sino periódica. La mujer debe aprender a respetar los momentos
de silencio del hombre. La forma como el hombre y la mujer experimentan su
intimidad son esencialmente opuestas. Las mujeres esperan un intercambio verbal
de sentimientos, el hombre prefiere y disfruta más del silencio.
¿Por qué mi hombre no puede seguir 3 o más
instrucciones al mismo tiempo?/¿Por qué mi mujer no deja de hablar un momento?
Las mujeres
tienen 15 a 20% más de materia gris que los hombres, constituida por las
dentritas y el cuerpo de la neurona, las dentritas son ramificaciones que
tienen la función de conectar las neuronas entre sí, y los axones son
prolongaciones de las neuronas, que transmiten los impulsos nerviosos. En los
hombres los axones son mas largos y prolongados que la mujer.
El cerebro de la
mujer es más denso que el del hombre y con mayor número de terminaciones
nerviosas, tiene una mayor capacidad de relación cognitiva que el hombre, por
eso es normal que una mujer divague y algunas veces enrede su conversación.
El hombre dirige la palabra a otro hombre solo cuando tiene la
necesidad de comunicar una idea, por otro lado la mujer no solo está preocupada
por comunicar pensamientos, sino además lo más importante sus sentimiento. Las
mujeres no tienen tiempo de terminar sus ideas en una conversación. La mujer no
solo tiene ramificaciones dentríficas más extensas que el hombre sino además se
ha encontrado que sus dos hemisferios funcionan simultáneamente cuando se
activa el lenguaje. Y un hombre cuando expresa sus ideas de forma oral,
solamente activa su hemisferio izquierdo. Para la mujer es más fácil realizar
distintas actividades, mientras que el hombre necesita concentrarse en una sola
para poder realizarla. ¿Cómo pedirle un favor a un hombre y que lo haga bien?
la clave está en la claridad, orden y brevedad del mensaje.
El hombre
necesita organizar y jerarquizar sus pensamientos antes de llevarlos a la
acción, pero no así la mujer: Sin importar el orden del pensamiento o su
jerarquía, ejecuta la acción. El hombre y al mujer difieren en el tipo de
razonamiento y en el estilo para la solución de problemas. El hombre tiene
predisposición a ser más deductivo y la mujer más inductiva.
A la mujer se le conquista por sus lóbulos parietal y
temporal y al hombre por su lóbulo occipital.
Las amistades entre niñas son diferentes que
las amistades entre niños, las niñas se reúnen para pasar el tiempo juntas y
los niños para compartir un interés. En los hombres la actividad es lo
importante y en las mujeres lo importante es la conversación. Las niñas maduran
más tempranamente su lóbulo temporal superior cuyas funciones son la
discriminación y la percepción auditiva así como su lóbulo frontal que se
centra en la organización y planeación de la vida. En cambio en los niños
madura más pronto que en otras áreas del cerebro su lóbulo occipital y la
corteza sensorio motora que se relaciona con el desarrollo visual y motor.
A la mujer se le
enamora por medio de sus lóbulos parietales y temporales y al hombre por su
lóbulo occipital. La percepción táctil de la mujer es 10 veces más sensible que
la del hombre por lo tanto el contacto físico tiene un mayor significado
emocional en las mujeres que en los hombres, por el contrario el hombre cuando
siente la necesidad de llegar a la intimidad con una mujer busca el
acercamiento físico. El hombre busca el acercamiento para satisfacer un deseo
carnal y la mujer para satisfacer un deseo emocional. El apasionamiento de la
pareja comienza a disminuir cuando la rutina comienza a invadir la relación el
cerebro de la mujer lo interpreta como un desvanecimiento de amor y por su
parte el pensamiento del hombre no alcanza a percibir la necesidad que tiene su
pareja del contacto físico además del tacto a la mujer se le conquista mediante
su lóbulo temporal que es la percepción auditiva. El funcionamiento del cerebro
del hombre semeja al de un niño autista, el autista vive ensimismado en su
mundo.
Ya que hablamos
de que a la mujer se le conquista por su lóbulo temporal, afirmamos que el
cerebro femenino requiere en gran medida de palabras bonitas para mantener su cerebro
estable y protegido de los trastornos emocionales comunes en las mujeres como
la depresión, un sentimiento pesimista u negativo de la vida, ansiedad,
histeria o paranoia, sin embargo el hombre expresa y comunica pensamientos o
ideas pero muy pocos sentimientos.
En los estudios
neurológicos se observa una sobre activación del lóbulo occipital en el hombre
cuando ve a una mujer bella, en cambio la mujer ver a un hombre atractivo su
cerebro a penas reacciona. La mujer se da cuenta fácilmente cuando un hombre
posa su mirada en otra mujer o en objeto ya que la visión masculina se
caracteriza por ser recta o de túnel en cambio es muy difícil notar cuando una
mujer ve a otro hombre ya que su visión es holística y global.
El cerebro es
capaz de determinar y controlar sus conductas mediante el ejercicio de la
voluntad y la educación del carácter.
¿Por qué mi mujer no perdona y menos olvida?/ ¿Por qué
mi hombre olvida nuestro aniversario y hasta mi cumpleaños?
En la parte
central de nuestro cerebro se encuentra el sistema límbico, que regula el
aspecto emocional de la persona y uno de los elementos neurológicos de que
consta es el hipocampo, considerado como la puerta de entrada al proceso de
aprendizaje y a la memoria. La función del hipocampo es crucial en el proceso
de la memoria, ya que de aquí envía la información significativa a la corteza
cerebral para ser almacenada en la memoria a largo plazo permanente. El
hipocampo de la mujer es 15% más grande que el del hombre.
La mujer nunca
olvidará ninguna experiencia que sufra o viva y pase por su filtro afectivo. Las
experiencias de enamoramiento y amor provocan grandes reacciones bioquímicas
recordar estos hechos representa para la mujer una prueba de amor y muchas
veces se desilusiona de su pareja que no los recuerde o no les de importancia.
El tamaño del
hipocampo del hombre es más pequeño, por lo tanto es menos emocional y afectivo
esto le impide transformar sus experiencias cotidianas y especialmente as
amorosas en percepciones significativas para su corteza el hombre en general
requiere de un poco de ayuda por parte de su pareja para recordar ciertos
aniversarios. La mujer por su capacidad de recordar todo lo que la impacta
emocionalmente desarrolla mas rencor y desprecio hacia las personas que la
hayan lastimado afectivamente, en cambio los hombres pueden discutir y hasta
pelearse a golpes y minutos después estar jugando como si no hubiera pasado
nada. La mujer no debería interpretar como una señal de desamor de su pareja el
olvido de detalles, lo que sucede es que el cerebro del hombre no está hecho
para expresar verbalmente sus sentimientos ni para recordarlos, sino para
demostrarlos.
¿Por qué los hombres son tan lentos y las mujeres tan
desesperadas?
El cerebro de la
mujer es mucho más activo e intenso que el del hombre. Una parte muy importante
del sistema límbico es el glangio basal, su función más importante es
relacionar el pensamiento con la acción, o sea que relaciona el pensar con el
hacer y en general este glangio es más activo en las mujeres que en los
hombres. Por ejemplo la mujer no podrá dormir hasta que su cerebro esté seguro
de que no hay algo pendiente o incompleto por hacer en cambio el hombre si se
acuerda de que dejo algo pendiente dice “mañana lo hago”.
El niño nunca
hará la tarea, ya que su glangio basal funciona en forma pasiva y provoca menor
responsabilidad y mayor apatía, lo que el cerebro de un niño o adolescente
requiere es mayor firmeza y disciplina para obligarlo a que los pensamientos,
ideas y deseos se conviertan en acciones. Cuando en los niños se requiere de
una voz más firme para que su cerebro se active y reaccione a los
requerimientos y responsabilidades de su medio, en las niñas en cambio este
tipo de disciplina rígida, puede provocar efectos negativos en su desarrollo
emocional. El cerebro de la niña reacciona más positivamente en un ambiente
cálido y de confianza.
El cerebro del
hombre para ser activo y sano requiere ser reconocido y necesitado. Por ello la
mujer debería buscar actividades propias y únicas que su pareja pueda realizar
con éxito y le permitan ser reconocido.
El hombre si no
es requerido y respetado en el hogar buscará en su trabajo refugio, trabajará
horas extra y buscará escusas para trabajar los fines de semana. Para analizar
los efectos académico, cognitivo y social de los estudiantes ocasionados por el
cambio de una escuela exclusiva para un solo género nos damos cuenta que uno de
los ámbitos más importantes ha sido con respecto al esfuerzo, energía,
iniciativa y dedicación de los varones. Las niñas muestran mejor desempeño en
sus tareas y aprendizaje y toman la iniciativa en muchas de las actividades
escolares. El hombre requiere un espacio propio, donde la mujer no pueda
intervenir y menos competir con él. La mujer actual debe aprender a ceder
algunos campos y tareas a su pareja para que se sienta necesitado, por otro
lado por su propia biología la mujer quiere sentirse protegida y por
consecuencia una de las características que busca por lo común en su pareja es
que tenga un alto status, no solo económico, sino también social, profesional,
intelectual y académico.
Se afirma que
cuanto más éxito tenga la mujer en los niveles académico y profesional hay
mayor probabilidad de que el matrimonio tenga más conflictos y termine en
divorcio. El futuro de la pareja no se ve alentador en la dirección que lleva
actualmente y que tanto el hombre como la mujer necesitan adoptar otras
estrategias para lograr mayor armonía en su relación. Si la mujer tiene mejor
proyección profesional y económica que su pareja le conviene aceptar al hombre
en su realidad y tener el cuidado de reconocerle sus logros y éxitos, por
mínimos que sean, en cambio al hombre le conviene permitirle a la mujer su
desarrollo profesional y nunca obstaculizarla por celos o envidia.
¿Por qué los hombres sólo piensan en el sexo?/¿Por qué
las mujeres solo en el amor?
¿Cuál es la
relación entre amor y sexo? La base neuroquímica tanto para el amor como el
sexo en la mujer es la hormona oxitocina, que es la misma que se produce cuando
una madre amamanta a su bebé, en cambio en el hombre la hormona que provoca el
deseo sexual es la testosterona la misma que influye en la conducta agresiva.
La sexualidad de la mujer en general está más relacionada con la relación
afectiva y la intimidad con su compañero que con un simple impulso, para la
mujer el cariño, la seguridad, la aceptación y el amor, son sus objetivos
principales al entrar en relación con el sexo opuesto y la satisfacción del
deseo sexual queda en segundo término. En el hombre tanto el deseo sexual como
la agresividad forman parte del mismo mecanismo el cerebro masculino predispone
a una satisfacción sexual inmediata, por ello el hombre incurre más en
infidelidad que la mujer.
El hombre
focaliza en un solo punto su atracción y amor hacia la mujer, o sea en el
lóbulo occipital, la mujer en cambio, ama y se entrega con todo su cerebro. El
hombre lo único que necesita es ver una mujer que le parezca atractiva para
desearla, en cambio la mujer en el caso más común para desear a un hombre necesita
conocerlo primero, salir, conversar, comer juntos, para crear vínculos
afectivos y en esta medida, después de un tiempo aceptar acostarse con él. En
la mujer además disminuye el interés sexual al tener su primer hijo, ya que al
sentirse demandada y amada su carga hormonal produce sentimientos de placer,
bienestar y felicidad en su cerebro y su hijo es ahora su prioridad. Por lo
tanto el hombre requiere de mayor esfuerzo e iniciativa, el varón necesita
cortejarla, seducirla y enamorarla para producir serotonina en su cerebro y
provocar así un estado de éxtasis y felicidad, lo que promoverá un mayor deseo
sexual en ella.
El amor de la
mujer es exclusivo y egoísta, generalmente no soporta que su novio o esposo vea
a otra mujer, se siente engañada y defraudada, desafortunadamente el amor en el
cerebro del hombre no tiene la misma tendencia que en la mujer, el hombre ama a
una sola mujer, pero esto no significa para el exclusividad en pensamiento y
acción.
El cerebro
masculino se excita al contemplar a una mujer bella e incluso puede crear en
ese momento toda una serie de fantasías sexuales pero al reaccionar así esto no
significa, que engañe a su pareja, le sea infiel o no la ame. La mujer no
debería sentir celos del trabajo o de sus amigos de su novio, sino reconocer
que son medios para que el hombre active su testosterona y esto redundará en
mayor amor y comprensión hacia ella.
Quiero estar contigo/Pero yo quiero estar solo.
El cerebro
femenino está diseñado para ser alimentado con afecto y satisfacción, en donde
las amistades y las relaciones interpersonales desempeñan un papel esencial
para su crecimiento, tanto a nivel personal como social. Desde pequeñas la
mujer busca estar juntas, en cambio el hombre va solo al baño, la mayoría de
las veces. Para él no es importante la relación humana, a menos que vaya de por
medio una actividad importante, en cambio para ellas la actividad no es lo
importante sino continuar la charla y estar juntas. En la actualidad el hombre
ha heredado algunas de las cualidades: busca espacios y momentos de privacidad,
disfruta el silencio al leer un buen libro o al ver un programa de televisión o
realizar una actividad en soledad, como reparar y darle mantenimiento a su
automóvil. La mujer debería comprender, permitir y, aun más, impulsar, que su
hombre realice esas actividades, y descubrirán a un novio y esposo más
agradecido y dispuesto a entregarse en cuerpo y alma a su amada. El hombre la
mayoría de los problemas los resuelve a través de la negociación. Entre los
hombres raramente hay conflictos, enojos o rencores, ya que normalmente se
reparten en forma equitativa obligaciones, deberes y responsabilidades y así lo
aceptan tácitamente. Las mujeres arreglan sus problemas en forma distinta, a
través de la solidaridad. Cuando una de ellas tiene una dificultad, las demás
la acompañan hasta que resuelva su problema. Hay mayor empatía entre ellas que
entre los hombres. Esta actitud se convierte en un hábito que domina toda su
vida.
El hombre se
energiza al resolver sus problemas, hacer dinero, tener éxitos, aceptar
riesgos, enfrentar peligros, etc. Estas son actividades que le reducen el
estrés y normalizan el flujo de testosterona en su cerebro. En cambio, la mujer
se energiza al leer una novela romántica, ser invitada a cenar, o ver una película
por el sexo opuesto; al realizar estas actividades se produce serotonina que
promueve sus hormonas de estrógeno y oxitocina, que provocan un estado de
éxtasis y felicidad en su cerebro.
Cuando el hombre dice no, significa no/Cuando la mujer
dice no, significa quién sabe.
La mujer tiende
a ser vaga en comunicar sus ideas a su esposo. El objetivo más importante de
comunicación entre las mujeres es la transmisión de sentimientos y pocos
pensamientos. El hombre solo escucha ideas y no emociones. El hombre solo da
soluciones a lo que escucha. El hombre entonces en vez de dar soluciones a las
palabras de su pareja, debería descubrir lo que esconden sus mensajes y
averiguar con preguntas qué es lo que quiere en realidad y la muer requiere ser
más explícita y directa en comunicar deseos. Las mujeres muestran preferencia
hacia los hombres que reflejan solidez, asertividad y autoridad en su profesión
y en sus relaciones sociales. Las mujeres procuran elegir compañeros
inteligentes cuando su relación es a largo plazo. Pero además las mujeres del
nuevo milenio buscan hombres más empáticos, más comunicativos, más emocionales,
más colaboradores y más sensibles a las necesidades e intereses femeninos. Por
su parte, los hombres suelen tener pánico al compromiso a largo plazo con
mujeres inteligentes, profesionistas exitosas y con mayor ingreso económico que
ellos. La mujer desea que su pareja vaya más allá de las palabras y descubra
sus pensamientos y sentimientos… que sólo otra mujer puede entender. Las
mujeres reaccionan en forma similar ante situaciones románticas y amorosas,
debido a que sus cerebros se activan por medio de las mismas hormonas:
estrógeno, progesterona y oxitocina, además del neurotransmisor bioquímico, la
serotonina. Su biología las predispone a ser más emocionales, empáticas,
comunicativas y sensibles ante las conductas afectivas de los demás.
Cuando el hombre
responde sí, significa sí y cuando responde no significa no. No existen aquí
intensiones ni mensajes ocultos, simplemente pensamientos e ideas directas y
evidentes.
Cuando los
hombres quieren algo, simplemente lo piden. Cuando las mujeres quieren algo,
hacen referencia indirecta a ello y esperan la respuesta correcta de su
compañero. Los hombres carecen de esa habilidad femenina, ya que tienen
dificultad para prestar atención a lo que les rodea. La mujer soporta mejor el
dolor y se enferma menos que el hombre y cuando cae en cama es porque realmente
se siente muy mal. Si la mujer confía en que su compañero se dará cuenta de lo
que le sucede y que tomará la iniciativa para atenderla, puede desilusionarse.
Familias del nuevo milenio: mejores esposas, pero
peores maridos; mejores padres, pero peores madres.
La mujer, en la actualidad, está muy
preocupada en cómo complacer a su novio o marido: estudia una profesión y hasta
un posgrado para cumplir las expectativas intelectuales de una sociedad cada
vez más tecnificada, donde el conocimiento es fuente de estatus y poder;
trabaja para contribuir con su ingreso económico al mantenimiento del hogar y
no dejar a su pareja la responsabilidad de solventar todos los gastos; procura
tener pocos hijos para no descuidar sus nuevos deberes como esposa: mantenerse
bella y atender sus compromisos sociales y profesionales, y se preocupa por
lograr la máxima satisfacción sexual de su pareja.
Las mujeres
luchaban por tener una relación a largo plazo; y el matrimonio, hasta cierto
grado, lo garantizaba. Sólo se justificaba la soltería cuando elegía la vida
religiosa para ser consagrada a Dios o decidía vivir con sus padres para
cuidarlos.
El matrimonio
beneficia más al hombre que a la mujer. Un hombre casado es menos adicto al
alcohol, trabaja con más responsabilidad, gana más que los hombres solteros,
expresa mayor religiosidad y reduce las diversiones con los amigos.
A la mujer
actual le interesan menos sus hijos, los deja solos con frecuencia por motivos
laborales, sociales o simplemente recreativos y se resiste a comprometerse con
ellos.
Las nuevas
madres muestran mayor estrés en la educación de sus hijos y la incapacidad de
fijar reglas de disciplina en el hogar. Desafortunadamente, el padre, al
convertirse más en amigo de sus hijos, ha dejado de ser la persona que imponía
disciplina, que tenía la última palabra y su autoridad era incuestionable. Los
pollitos ahora se han convertido ahora en los gallos del hogar.
Ambos padres
necesitan hacer frente a estos niños con una actitud de respeto, pero a la vez
de firmeza. Lo primero que deben dar a sus hijos es amor y comprensión, pero lo
segundo es crear ambiente familiar seguro y estable.
b)
Juicio Valorativo.
Como estudiantes
de Maestría en Ciencias de la Familia es una de las principales áreas donde
podemos desarrollarnos, la consultoría, dentro de ésta también existen
especialidades, una de ellas, la terapia de pareja. Desafortunadamente el contexto
científico, familiar, económico, moral, político, psicológico, social y humano
que se está viviendo en la actualidad ha ocasionado que en los últimos tiempos
el índice de divorcio se haya incrementado, 14
divorcios de cada 100 matrimonios[1];
pero además los jóvenes en la actualidad simplemente no quieren casarse, han
dejado de creer en el matrimonio, lo consideran innecesario y además
problemático “por si tienen que divorciarse”. Definitivamente los tiempos han
cambiado, los problemas entre parejas ahora son: por ejemplo, un celular. “Mi esposo llega a la casa pero no deja el celular,
llega pero en realidad está ausente, en ese caso mejor que siga en la oficina,
nunca nos hace caso” ¡Qué fuerte! ¿No creen?, hemos sustituido la
convivencia familiar por un aparato electrónico, la comunicación ahora es en
“línea” y aunque el término sea usado para cuestiones meramente en el mundo del
internet,, está realmente bien usado, incluso para uno de ciencias de familia;
efectivamente nuestra comunicación es en “línea”, solo de frente y para un
lado, olvidándonos por completo, que, como personas, somos seres sociales y que
para lograr nuestra estabilidad personal, nuestro entorno familiar y afectivo
deben estar siempre “circulando” y que además cada uno de estos “papeles” que
representamos a lo largo de nuestra vida, son la base para el desarrollo
personal no solo nuestro, sino seguramente de las personas que viven día a día
con nosotros.
¿Cómo ayudar
entonces? ¿Cómo utilizar este contenido tan interesante sobre la diferencia de
género, según la neurociencia?
Si revisamos la principal causa de divorcio en
México, encontramos la siguiente:
Mutuo Consentimiento[2] el 95% de éstos. ¿Qué significa?, en términos legales está muy
claro, los dos decidieron por mutuo acuerdo separarse. Ahora bien, en términos
familiares ¿Qué significa? Dicen algunos: que
no nos entendimos, incompatibilidad de caracteres .Efectivamente, en muchos
de los casos es así, falta de conocimiento, que los matrimonios confunden con
entendimiento.
Las mujeres a
pesar de la vida tan agitada que están viviendo, siguen pretendiendo al
“príncipe azul” y además en su “corcel blanco” y los hombres a la “Cenicienta”
que haga limpieza en casa y que no de opiniones, pero no han logrado descubrir
que esas grandes diferencias, se casen o no, lo hagan con uno o con otro, serán
sino en todos los casos, en la mayoría de estas las mismas, simplemente porque
esos detalles no son causados por incomprensión, es simplemente una cuestión
biológica y natural y que desafortunadamente no hay forma de solucionarlo; sin
embargo, entendiendo pero sobre todo conociendo podemos entonces saber cómo
reaccionar y que esperar y no ahogarnos en un vaso con agua, con problemas que
en términos prácticos son muy sencillos de resolver.
Nuestra labor
como familiólogos es ayudar a los matrimonios, familias, parejas y personas a
discernir puntos de vista; a valorar cada situación y ponerlas en su exacto
contexto. Ayudarlos a identificar esos pequeños detalles que marcan la
diferencia entre un matrimonio para toda la vida y uno de 3 meses.
Cada reacción
femenina y/o masculina tiene generalmente un ¿Por qué y para qué?, y eso es
precisamente en lo que deberemos contribuir como futuros familiólogos, en
identificar esos porqués y buscar soluciones en los que ninguno de los dos
pierda y todos salgan ganando. En los que encontrando la solución al problema
encontremos un ganar, ganar, en el que ceder y perder algunas batallas no
signifique perder la guerra, sino por el contrario ganar confianza, amor y respeto.
Esa es nuestra
labor, “Edificar al matrimonio, para Edificar a la sociedad”.